martes, 4 de marzo de 2014

La Carrera de Manuel Marín: XVI Medio Maratón "Álora - Valle del Sol"


Por Manuel Marín  


   XVI Medio Maratón de Álora. 520 corredores y el nivel de los participantes espectacular. Es la quinta vez que participo en esta durísima media. Cuando asoma en el calendario y te inscribes, sabes que Álora es sufrimiento puro y duro, pero los que amamos el mundo de las carreras somos un poquito masoquillas y cuando terminas, dices para ti: "aquí no vengo nunca más". En fin,  vamos al turrón para describir cómo viví la carrera. Llegué temprano a Álora, recogí mi dorsal y al rato empezaron a llegar compañeros de mi club. Seis fuimos los espadas que toreamos el auténtico miura que es esta singular media. Estuvimos hablando un poco, hasta que llegó la hora de calentar, de 20 a 25 minutos,  y preparado para el pistoletazo de salida, que se produjo con unos minutos de retraso. Los primeros kilómetros son hacia abajo hasta llegar al puente en dirección a Pizarra. Hasta ahí los parciales eran buenos, pero a esta carrera tienes que venir mentalizado de que no vas a hacer marca personal. De pronto te vienen varios repechos que te rompen completamente el ritmo. De esta manera discurren los kms.  hasta que en el 10 llegas a Pizarra, haces dos kms. por el interior del pueblo y vuelta en direccion a Álora. Yo me encontraba bien de piernas, adelantando constantemente a corredores, llevando un ritmo muy bueno, pero con el inconveniente del viento en contra. Pasaban los kilómetros y cada vez mis sensaciones eran mejores, pero me iba reservando un poco, porque tenía en mente la criminal cuesta del final. Logré alcanzar a tres corredores sobre el km. 17, a los que rebasé, y ya sobre el km. 18 empezaba la madre de todas las batallas ¡Qué rampas más pronunciadas!, hasta el punto de que hay corredores que las suben andando debido a su extrema dureza. Aquí es cuando te acuerdas y te maldices por haberte apuntado. Subes con el rostro desencajado y las piernas, en ese momento,  no son piernas, sino ascuas  ardiendo. El único pensamiento que tienes es cuándo va a venir el km. 19, lo pasas y sabes que te quedan sólo dos, ¡pero vaya par de kms.!; sigues subiendo y sigues con la agonía hasta que llega ese km. 20 , el que parece que nunca va a llegar, continúa la carrera picando para arriba y me adelantan dos corredores ("insensatos, no conocen mi arsenal secreto", pienso yo); uno se me va, pero cuando ya termina el sufrimiento y a la carrera le quedan unos 300 o 400 metros y pica cuesta abajo, me recupero un poco y monto mi último cartucho, saco mi famosa navaja y al que me adelantó lo rebaso entrando en la línea de meta con uno de mis famosos sprints. La extenuación es total, pero siento  una triple alegría: 48º en la general, de 520 corredores; récord en esta carrera, y éxito al obtener el 6º puesto en mi categoría. 
   Por otra parte, la organización perfecta con el corredor, todo son atenciones,  con una espléndida bolsa del corredor y con el consabido bocadillo de lomo a la plancha más la cerveza, que a mí me supieron a gloria. Por lo que respecta a mis compañeros de club, Luis Enrique colosal, 3º en la general y 1º en su categoría (aunque me comentaba que no estaba contento con la marca obtenida, pero es que este Luis no tiene límites);  Victor impresionante,  14º en la general;  y Fernando ,18º en la general , ¡qué trío de galgos! . Miguel muy bien también y José Antonio intentando salir de su lesión y haciendo una carrera aceptable. Para todos ellos mi más sincera enhorabuena y ya atisbando en el horizonte la carrera de mi pueblo,  que será este próximo domingo y que para mí tiene unas connotaciones tan especiales. Pues nada más, familia atlética, me despido de todos con un cariñoso saludo.

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