Por Antonio Burgos
Desde el pasado Trail Nocturno de Casares este verano no había competido en otra carrera por montaña, y con la cabeza puesta en el Maratón Alpino Jarapalos del próximo noviembre, elegí el CÑT Cross Trail como parte de la preparación. No son terrenos similares ni perfiles comparables pero por fechas venía bien. La prueba se llama cross trail por que el recorrido tiene tramos perfectos para un circuito de cross, hay muchos tramos de carril y los senderos técnicos son breves.
La carrera empezó a las 10:30, tarde para mi gusto; en setiembre todavía hacer calor y se podría aliviar saliendo una hora antes. Hay dos distancias, doce y veinticinco kilómetros -al final salen veinticuatro- y la salida es común para las dos.
El comienzo es duro, dos kilómetros hasta llegar a un pinar, la parte más bonita y sombreada. Es en esta zona donde está el circuito de cross y más se disfruta corriendo. En el km. 7 se sale de los arboles y ya el resto del camino es con poca sombra y vegetación. Luego una zona de subidas y bajadas hasta el km 11,5 y después la bajada mas larga, casi toda por carril hasta el 15,5. Ya el calor empieza a hacer efecto pero los frecuentes avituallamientos evitan sustos a los corredores. Los de la prueba corta ya nos han dejado y nos alejamos del pueblo para subir a un monte, hasta las antenas telefónica. Es una subida larga pero no demasiado dura; sigue siendo el sol el principal castigo. Yo ya voy cargado y la bajada por carril ya no la hago con mucha alegría. Llego a la carretera de entrada al pueblo con sus cuestas de rigor y paso final por el Castillo Hins Canit hasta la plaza del Ayuntamiento. mi tiempo es de 2:54 en 24 km. y 900 metros de desnivel. La organización es generosa y muy atenta con abundantes bebidas, cervezas y una gran paella para los corredores.
La semana que viene Medio Maratón de Marbella.
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