Por Mauricio Casas
Advierte el dicho popular, “Manolete, si no sabes torear, pa que te metes”.
Pues
algo de esto, nos debió pasar a nosotros el pasado Sábado. Cierto es
que ya llevamos mucho tiempo realizando rutas de diversa dificultad y
desde que este grupo comenzó a rodar con la sana intención de combinar
los entrenamientos de carreras con las salidas en bicicleta, ha habido un
antes y un después, pero nunca nos habíamos enfrentado a un maratón XC
de 70 km.
El día anterior Herminia, Paola, Blas y el que
escribe, se pusieron en camino para llegar a Osuna, con tiempo
suficiente para retirar las bolsas de corredor y las acreditaciones, al
día siguiente nos acompañarían también Patrícia y Jose Carlos.
Llegamos
con tiempo para comer, alojarnos en el hotel y luego por la tarde
recoger los dorsales. Por la noche paseo, bueno lo que nos permitió la
pobre Herminia que iba con muletas, cenamos y a la cama tempranito que
al día siguiente había que madrugar.
La mañana se levantó
buena, el desayuno bien y en cuanto llegamos al hotel, allí estaban ya
Patri y Jose preparados también. Nos despedimos de Hermi y directos a la
salida, que se dio en el Parque San Arcadio de la localidad de Osasuna.
Salida
puntual en dos grupos, los primeros los que se enfrentarían al 101, y
cinco minutos más tarde los de la ruta “corta”, con 72 km al final, que
se hicieron duros y peligrosos, como más de uno pudo comprobar.
La
salida recorrió parte de la localidad, saliendo en pocos minutos a los
carriles, guiados por la policía y una vez en estos, pedales para que os
quiero.
Uno que ya conocéis la tarde anterior se la paso
diciendo aquello de “esta no es mi guerra, yo voy a ir con las chicas,
no pienso tirar,....” si, nuestro Blas, no cumplió con nada de lo que
dijo y fue dar la salida lanzada y perderse con el resto de corredores.
Nosotros nos quedamos con nuestras chicas, pues no era plan de dejarlas
solas en esta primera ocasión y gracias a Dios que no lo hicimos, porque
la cosa se complicó y bastante.
Los primeros kilómetros
fueron relativamente fáciles, con alguna pendiente al 8’5%, pero con
ninguna dificultad técnica, hasta llegar al primer avituallamiento y
control de paso. A partir de aquí el recorrido comenzó a ponerse más
difícil, por un bello paraje, pero sin la presión de estar compitiendo,
lo que hizo que disfrutásemos del camino, las vistas y el entorno de la
sierra.
Como es característico de este grupo, nos fuimos
esperando los cuatro en cada alto que subíamos, de forma que cada uno
marcase su ritmo de subida, pero reagrupándonos en la cima de cada alto.
Así fueron pasando los kilómetros y las horas, aunque después de la
subida del segundo puerto, ya José Carlos tuvo el primer susto de la
jornada, cayendo al suelo, por despistarse un segundo, para localizar a
Paola, y es que el campo y la bici son como el jabón y el mármol, en
cuanto te despistas te vas al suelo. Seguimos subiendo para coronar el
segundo alto de la jornada y ya en esta zona comenzaron a alcanzarnos
los primeros participantes de la ruta larga,
hasta llegar a coronar. Justo en ese momento y estando en el
avituallamiento fue cuando nos llegó la noticia de la caída importante
de Blas, el cual tuvo que abandonar, pues estaba maltrecho y la bici
tocada, y aunque intento seguir en carrera, le fue imposible, cuando
además iba tercero de su categoría y creo que lo habría logrado esta
vez también.
Como había pocas noticias de él, Paola y yo
comenzamos a tirar, para intentar llegar a él, y saber como estaba,
distanciándonos de Patri y José Carlos, ademas en ese momento también
nos dijeron que Paola iba tercera de su categoría, el sol comenzó a
pegar de justícia y los kilómetros iban haciendo mella en nuestros
cuerpos. La bajada por donde cayó Blas se las traía, estaba señalizada
como muy peligrosa y pese a todo no fue el único que se cayó. Pasamos
por ella y llegamos al control de avituallamiento justo en la presa de
la Puebla de Cazalla, allí nos informaron que ya habían evacuado a Blas
al hospital, pero que estaba bien, magullado y con cortes, pero bien.
Paola y yo decidimos seguir la carrera y no esperar más tiempo, pues
sabíamos de la dureza que nos quedaba y queríamos llegar lo antes
posible.
Lo que pintaba como una dura subida, realmente y al
ser por asfalto fue mucho más fácil, de hecho y una vez que pasamos por
el punto de control 2, que ya pensamos que sería fácil hasta llegar a
Osuna, se convirtió en la parte que se hizo agotadora, interminable y
fea, discurriendo por entre matorrales, algún bosque de pinos donde la
tierra estaba muy suelta y algunos arroyos escarpados y con difícil
paso. Pero ya quedaba poco y deseábamos llegar. Llegando a Osuna nos
hicieron tirar por una vía no acabada del AVE, y por algunas calles
periféricas de la localidad, para hacernos finalmente subir a las
canteras del pueblo, donde se rodaron algunas escenas de Juego de Tronos
y donde el que pensó el recorrido se quedó a gusto, porque vaya zona
fea, peligrosa después de casi 70km y con las fuerzas justas. Por fin
volvimos a las calles del pueblo, pasando por mitad de la plaza de toros
y llegar finalmente en un tiempo de 6:32, sin incidentes y sin caídas
por nuestra parte.
Llegados a la meta, nos confirmaron el tercer puesto de Paola, quien subió al cajón para recoger su merecido premio.
Nos
quedamos a esperar a Patri y José Carlos quienes finalmente llegaron
con un tiempo de 8:11 y algunas caídas por parte de ambos, incluso
llegaron cada uno por su lado, ya que en la última parte se perdieron,
pero la acabaron que era lo importante.
En resumen, carrera
complicada, técnica y difícil para ser nuestra primera participación,
las fuerzas justas y ya con más calma, algunos se borran o
“desapuntaran” para siempre de este tipo de pruebas. Por mi parte creo
que repetiré, pero ya en la próxima temporada.
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