29/9/2019
Por José Manuel Fdez. Cotrina
Como todos los años intentamos correr una prueba importante, este año pusimos el objetivo en Berlín. Hubo suerte y fuimos agraciados en el sorteo de dorsales.
Lo peor ha sido volver a pasar un duro verano de entrenamientos, y ya van unos pocos seguidos, qué ojo tenemos para seleccionar las pruebas. Pero ha merecido la pena en vista del resultado. Nos fuimos con tiempo para poder visitar la ciudad y recoger pronto el dorsal, que no la bolsa del corredor, puesto que todo eran opciones a pagar por separado, incluso la camiseta. Buena feria, aunque con poca información de otras carreras y, según nos dijeron, se agotaron pronto las existencias.
El sábado participamos en la Breakfast Run, carrera de 6 km no competitiva, a modo de entrenamiento facilón para soltar piernas, con toda la gente disfrazada, banderas y cánticos. Final
en el interior del Estadio Olímpico, desayuno incluido. Muy divertida.
Y el domingo maratón de verdad. Amaneció el día muy nublado y, a las 9,15h, coincidiendo con el
pistoletazo de salida, empezó a llover con algunas rachas de viento en contra. Ese tiempo no molestó demasiado, salvo a los que salieron en las últimas oleadas, que sí aguantaron un aguacero a mitad de camino. Mucha gente y muchos embudos a lo largo de toda la carrera, pero con un recorrido totalmente plano, muy bonito, animado y con avituallamientos frecuentes.
Merche se marcó el objetivo en las 4 horas y fue con una amiga. Llegó empapada, pero muy contenta por las buenas sensaciones. Entró en 4:00:01. Por mi parte, empecé despacio y poco a poco fui aumentando el ritmo, adelantando gente todo el camino y llegando a la meta muy fuerte, en ritmos por debajo de 4mto/km. Muy satisfecho por las sensaciones y por los 3:11:00 (MMP).
Los ganadores fueron Bekele 2:01:41 (a 2 segundos del récord mundial) y Bekere 2:20:14