Por Antonio Burgos
El año pasado cinco de los nuestros debutamos en este trail: Silvia, María Jesús, Curro, Antonio López y yo mismo, Antonio Burgos. Fue un sábado de niebla, lluvia y frío. Para todos era el recorrido más largo que habíamos hecho nunca. Todos la finalizamos y quedamos encantados de carrera aún en esas condiciones y prometimos volver. Y, con la excepción de Curro por motivos de trabajo, hemos cumplido. Además el sustituto de Curro ha sido Mario Platero, nuestro mejor corredor de montaña. Silvia llevaba dos semana en el dique seco por una bronquitis y hasta el viernes no se decidió a participar. Como veréis después hizo un carrerón la puñetera.
El tiempo este año ha sido casi perfecto, algo de calor tan sólo como pega al final. El cielo despejado y el sol nos han dejado ver los paisajes que el año pasado no pudimos disfrutar.
Nos encontramos los cinco en el Centro de Tecnificación de Antequera, salida y meta de la prueba. María Jesús iba a hacer sólo el tramo hasta La Joya y luego volvería en el bus que recoge a los atletas que eligen esa opción. Los dos primeros kilómetros atraviesan Antequera saliendo al campo por el castillo. Platero ya se adelantaba y Silvia, Antonio y yo seguíamos en grupo. Sin ir juntos en los kilómetros siguientes nos teníamos a la vista y unas veces uno u otro iba delante adelantándonos. Al llegar al pie de La Escaleruela López era el primero del trío y Silvia y yo subimos juntos. Luego en el llano se me escaparía como siempre. El primer tramo de esta subida tiene una pendiente brutal y aunque no muy largo ya deja marcadas las piernas y los gemelos. Estamos en lo alto del Torcal y atravesamos campos de cereales en una bajada y luego nos metemos en un encinar maravilloso, en senderos. A López ya no le veo y Silvia me lleva 200-400 metros. Pasamos por cortijos hasta llegar a La Joya en el kilómetro 25. Aquí Platero tiene que parar a que le cuiden las ampollas que ya llevaba de El Pinsapo Trail y las nuevas. Está por abandonar pero por no esperar el bus sigue adelante.
Ya todo es subir, tres kilómetros sin parar, al Cerro de Las Águilas, con lo que llevamos encima. Antonio López empieza a acusar el calor y sentir náuseas. Silvia me mantiene la distancia. Cuando termino la subida recupero andando un poco. La siguiente dificultad es un arroyo seco con grandes piedras muy técnico para bajar. Salimos a un carril largo largo en el Cortijo La Fuenfría y vislumbro a Antonio con nuestra chica. Van andando, esperando ella a que él se reponga. Me acerco mucho pero no los llego a coger y se alejan otra vez. Siempre solo, como acostumbro. En estos kilómetros, el que más el que menos, va alternando correr y caminar. Llegamos a la Carihuela. Veo a López cerca y Silvia delante. La bajada es complicadísima, con gran pendiente y entre rocas, así que nada de locuras. Es el kilómetro 35 y descubrimos el nuevo final de la prueba, más duro y con cuestas hasta el kilómetro 42. Ya vemos la ciudad, en una bajada donde López, que sigue con mal cuerpo se cae y se hace una herida en la rodilla y daño en la mano. Silvia ya iba delante y llegó a meta con 5:41, Antonio termina como puede con 5:47 y yo en 5:50. Todos estamos muertos. Ha sido peor que el año pasado y eso que el día fue mucho mejor. Platero nos cuenta cómo le ha ido -a pesar de la ampollas 5:08- y vemos a María Jesús.
La organización sigue siendo muy buena, aunque no tanto como el año pasado. Los voluntarios y protección civil fantásticos y la bolsa del corredor muy pobre esta vez. El año que viene tal vez probaremos otro trail. Hay que seguir probando y probándose.
Los ganadores de la prueba fueron Andrés Vera con 3:42:19 y Carmen Navarro con 4:35:07.
Los ganadores de la prueba fueron Andrés Vera con 3:42:19 y Carmen Navarro con 4:35:07.
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