27/09/2015
Por Francisco Javier Burgos
Arrancada la temporada, van llegando citas obligadas y tradicionales de
todos los años. Una de las clásicas, el Medio Maratón de Marbella tuvo
lugar el pasado domingo 27 de septiembre en su trigésima edición. Como
suele ser habitual, es la primera piedra de toque seria para todos los
corredores del club. Este año la participación era muy numerosa, 28
corredores, cada uno con diferentes expectativas y disposición. La
mañana amaneció despejada, sin viento y con una temperatura agradable.
Algunos quedamos en el Poli y otros, fueron directamente a la salida. Ésta tuvo lugar en un sitio distinto al habitual, aunque en las
inmediaciones. Concentrados todos los compañeros, tras las obligadas
fotos de grupo y a la hora prevista tras un breve calentamiento, en un
ambiente alegre y dicharachero, tuvo lugar la partida. Unos primeros kms con subidas con callejeo por el centro histórico hasta enfilar el paseo
marítimo. La temperatura, que al principio no me pareció problemática,
en cuanto el sol tomó altura, subió haciendo la prueba más dura de lo
que esperaba. Mi idea, conociendo que mi estado de forma no era el
mejor, era disfrutar la carrera, así que tome un ritmo tranquilo, en
torno a 5:20-5:30. Un grupo en el que estábamos Hermi, Paola, Raquel,
Antonio Román (su primera media después de su operación), Jaime, y
algunos más que se me escapan pensábamos ir juntos. Yo, no sé si es que
ellos salieron algo más lentos o qué pero el caso es que me hice solo la
mayor parte del recorrido hasta el km 13 o así que me cogieron,
sorprendiéndome al ver a nuestro Presi comandando. Me explicó que estaba
lesionado de los isquios y que iba tranquilo sin forzar. Como el ritmo
que llevaba era reposado y fácil, no iba sufriendo, aunque eso sí, estaba
sudando a chorros, y no llevaba provisiones en forma de gel como he
hecho en todas las medias hasta ésta. Por motivos que se me escapan, tras
dos o tres kms acompañado por la grupeta disfrutona, me pilló el tío del
mazo. Mauri, que venía acompañando a Paola y al resto a pesar de su
dolorosa lesión de talón, se quedó conmigo pero le dije que se marchase,
que ya llegaría. A trancas y barrancas, andando y trotando llego a meta
con un pésimo registro para mí de 1h 59 min. Curiosamente, la semana
anterior había hecho un rodaje dominguero de 20,5 km en 1 h 48 min.
Cosas del deporte. Respecto al resto de compañeros, como siempre Blas en
su línea; Santi Mera hizo MMP como José Carlos Calderón, que este
año va a por todas; Andrés con buen registro, Eduardo Cachinero hizo un
marcón, recuperado de sus dolencias de la temporada pasada y demostrando
su potencial; Jose Luis Cañadas, al que me alegra ver disfrutar en las
carreras de nuevo olvidando por fin su achaques; Hermi y Paola, llegando
bien haciendo buenas marcas personales; Berrocal parece haber
rejuvenecido; y nuestro amigo Peluki , todo corazón y buena gente, que
corrió a su nivel y además dedicando su esfuerzo a su recientemente fallecida madre. El resto disculpadme, pero no tengo
cabeza para tantos. Lo mejor como siempre la post-carrera, en la que
compartimos un buen rato de comentarios de cada uno sobre su experiencia
y como no, compartiendo unas cervezas y aperitivos, hasta la próxima.
Yo estoy como si hubiera corrido una maratón, parece que me han dado una
paliza.