martes, 14 de mayo de 2013

VI Carrera Multicultural "Cruz del Humilladero"

Por Francisco Javier Burgos

   Tenía ganas de que llegara esta carrera. Se ajustaba a mis necesidades, transcurría por las calles del barrio donde me he criado y vivo hoy, y sobre todo tenía hambre de correr. Después de la Media de Málaga, que corrí tocado, no he podido correr con normalidad. Me enteré de ella de casualidad, por internet, y lo comenté con los compañeros que salimos los domingos desde Torremolinos, pero una carrerita de cinco kilómetros en la víspera de nuestra carrera madre era demasiado poco para la mayoría.
   Sin más preámbulos, paso a relatar la jornada. Salgo a calentar, notando, como viene siendo costumbre, el gemelo, pero conforme pasan los minutos, la adrenalina, las endorfinas y las ínas que sean hacen su trabajo, diluyen el dolor y me olvido. El ambiente previo:  casi familiar, una carrera de barrio con caras conocidas de vista y otras no, pero modesto y a la vez entrañable, por la cercanía. Me encuentro con un compañero del Club, Berrocal, al que saludo y me dice que es una carrera demasiado corta para él (y pienso que para mí también, aunque ahora es lo apropiado). Dan la salida y salgo a correr mirando el crono, del gemelo ni me acuerdo, y voy corriendo manteniendo un ritmo de 4:30, y sin darme cuenta llego a la meta. Miro el Garmin y salen 4,61 kms.  y poco más de 20 minutos. Berrocal queda séptimo de su categoría, con 18:28.
   Como anécdota, para control de los pasos cada km. más o menos había que recoger unas pulseritas de distinto color. Demasiado corta, pero suficiente para recuperar sensaciones e ilusiones de cara a nuestra carrera. Después llega el dolor, unido a la satisfacción de correr de nuevo y la ilusión de repetir el domingo próximo; esta vez, seguro, con todo el club.

Clasificación completa

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