El pasado 26 de octubre nuestro compañero de Montaña Kilian Gerona tomó la salida en uno de los mayores retos deportivos que, en nuestra provincia, se pueden afrontar: La Gran Vuelta Valle del Genal en su opción Ultra Trail. 130 kilómetros y 6500 metros de desnivel.
Corrió y anduvo durante más de veinte horas, de noche y de día, solo y acompañado. Da para mucho ese tiempo. No pudo acabar, como él nos contará después, pero llegando hasta donde llegó, a los 115 kilómetros en carrera, se demostró asimismo que el reto está a su alcance.
"A las 4:30 me desperté después de casi toda la noche sin apenas dormir por los nervios de la espera y el afán de preparar todo y que no se me olvidase nada. A las 5:30 bajé a la plaza del pueblo y ya habia un ambiente tremendo. Al encender el localizador gps para entrar al corralito me dí cuenta de que no funcionaba. Fuí corriendo a la Organización a que me lo cambiasen con mas nervios todavia, pero me lo solucionaron rapído y me metí en el corralito. Muchos nervios y mucha tension en la salida.
A las seis dieron el pistoletazo y la gente salió a ritmos de locos; yo intenté reservar, pero cuando la gente va rapido, tiran de ti. A los pocos kilómetros noté que iba muy bien, con buenas sensaciones,corriendo a ritmo mas alto del previsto pero cómodo. Así hasta el km 40, en el que decidí aflojar un poco, por prudencia. En el km 50 otro corredor y yo nos despitamos en un cruce y seguimos por otro camino, alrededor de 1 km hasta que nos dimos cuenta y volvimos atrás hasta para volver a la ruta. Seguia bien aunque las piernas, pero llegando al km 60 empezaron a dolerme los cuadriceps pero en el km 70 en Parauta me esperaba la bolsa de vida, fisio, comida.... y allí me di un masaje y me tomé un vaso de caldo, que era lo único que me entraba de comida aparte de los geles. Seguimos después de la parada y al principio parecía que estaba mejor pero los cuadriceps en las bajadas ya dolían mucho, teniendo que bajar las cuestas andando, pero podía llanear y subir bien. Sobre el km 90 paré en Alpandeire, tomé caldo otra vez y al salir hacia bastante frio y tuve que volver dentro para abrigarme. Seguí, solo en la noche alrededor de dos horas. A lo lejos se divisaba el siguiente pueblo, Benadalid, al que parecía que no iba a llegar nunca. Cuando conseguí llegar a la entrada del pueblo, una baliza caida en el desvio, me hizo perder el camino. Dando vueltas extraviado me encontré con otro corredor en mi misma situación y entre los dos recuperamos la ruta. En esos momentos me empezó a entrar frio y ganas de vomitar. Paré en el avituallamiento de Benadalid e intenté tomar otra vaso de caldo, pero ya ni eso podía, con temblores. Y ya me bloqueé. Me echaron dos mantas por encima, me pusieron en una estufa y después de una hora más o menos intenté salir, pero aún en llano casi me caigo dos veces y ahí decidí abandonar porque creí que era lo mejor no arriesgarme a caerme en algun carril solo y de noche. La Organización se portó de diez, ayudándome en todo momento y llevándome a Benarrabá de vuelta, para busar a mi pareja y padres y dejarme con ellos."
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