Crónica de José Carlos Calderón
El
domingo pasado se celebró en Málaga, en la playa de la Misericordia, la última prueba de la WILD WOLF TRIATHLON SERIES. Consiste en un
circuito puntuable por diferentes ciudades españolas y con un gran
nivel. En Málaga se podía competir en diferentes distancias: super
sprint, sprint y la prueba reina, la categoría olímpica. En la
categoría olímpica hay tres sectores: uno de natación en el mar, de
1.500 metros; uno de ciclismo, de 35 kilómetros; y finalmente 10.000 metros corriendo. Para mí el reto era esta prueba, pues ya había probado
otras categorías menores. Así que una vez comprobado el material me
fui para los boxes, o zona de transición entre los diferentes
sectores. Mi material consiste en mono de triatlón, traje de
neopreno, gafas y gorro de nadar (es importante también usar algún producto
en las gafas para que no se empañen y para que veas las boyas), bicicleta de
carreras, casco, gafas y porta dorsales, calzado adecuado y
calcetines; y para el final zapatillas de runner, dos botellas de
bebida isotónica y dos geles.
La
primera salida era exclusivamente para los federados y en la segunda
ola salimos el resto. Si sólo vas a competir contra ti mismo es
recomendable salir en las últimas posiciones, así se evitan los
golpes y patadas. El agua estaba a 19 grados. Tras 41 minutos, salí
en las últimas posiciones; lo peor había pasado. Corriendo hacia
la zona de transición a por la bicicleta, cambio de ropa, bebidas y
geles al bolsillo. Había un poco de viento en contra en algunos
tramos, pero el circuito era casi llano, salvo la subida que todos
conocéis hacia el estadio de atletismo. Aquí es importante tener
cuidado con los pelotones que se van formando y que te suelen pasar a
toda velocidad; es el momento del avituallamiento. En este sector me
fue mejor, pero no conseguí recortar el tiempo que ya me habían
sacado. Rodé a 26,18 km/h e hice 1 hora y 20 minutos. Nueva
transición y a correr, buenas sensaciones y 53,58 minutos, a 5.24 el
km.
Finalmente,
3 horas y 4 minutos después de la salida llegué a la meta muy satisfecho. He
superado este reto y al mismo tiempo me ha servido de buen entrenamiento para el maratón de Málaga. Os animo a que probéis esta disciplina,
al menos una vez, pero ¡cuidado, que engancha!; por eso el lema de los
triatletas es “un solo deporte no es suficiente”.
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