domingo, 9 de diciembre de 2012

III MARATÓN CIUDAD DE MÁLAGA 2012



Luis Enrique Lérida

   Llegó el día D. Ha pasado un largo periodo hasta este día. Allá por el mes de agosto empezaron los entrenamientos de cara a este maratón, con la ilusión de hacerlo lo mejor posible. Sabíamos que los entrenamientos serían duros, pero poniendo pasión en cada uno de ellos se harían más llevaderos. Fueron días duros, algunos entrenamientos con más de 30 grados, otros con lluvias torrenciales, rodajes de 2 h. 30 min., días de agujetas que hacían pensar que mejor tocaba descansar, pero teníamos que entrenar. Hasta llegar a las tres últimas semanas, donde una inoportuna gripe mal curada me dejó una tos que me las hacía pasar canutas en los entrenamientos. Cuando pasa algo de esto, y creo que a todos nos ha pasado alguna vez, nos pasan muchas cosas por la cabeza. Supongo que es inevitable ser pesimista en estos casos, por lo menos yo, ya que mi gran inexperiencia todavía en este mundo me hace aprender cosas nuevas cada día. Fueron varias las noches que me tuve que levantar de la cama sin poder dormir y me decía a mí mismo que no me preocupara, que pasaría pronto y estaría bien de cara a la prueba. Por más medicinas, jarabes, remedios caseros, etc.  que me tomara, no mejoraba. Creo que lo único que me mejoró fue el apoyo y los ánimos de todos vosotros, mi otra gran familia, porque sois parte fundamental en mi desarrollo como atleta y cada día me hacéis mejorar como deportista y como persona, sin vosotros nada sería posible. Somos un equipo y mis éxitos son vuestros éxitos. ¡GRACIAS DE CORAZÓN A TODOS!.

CRÓNICA:

   Estupendo día para correr, buena temperatura y sin aire apenas. Cuatro fuimos los integrantes del club que competimos: Manolo Marín, José Carlos, Curro y Luis. Sobre las 08:00  nos vimos en el túnel del estadio. Se nos notaba a todos un poco nerviosos. Aunque ya tengamos algunas muescas en nuestras piernas, un maratón es diferente, siempre tienes ese gusanillo en el estómago. La noche anterior apenas dormimos bien y soñábamos cruzar la meta con nuestra mejor marca. Dejamos la ropa en el guardarropa y fuimos a calentar a la pista. Nos colocamos en segunda línea de salida. En primera estaban el gran Abel Antón, El Mouaziz, Cristian Benítez, Modesto Álvarez y un etíope. ¡Uf, daban miedo, pero esa no era nuestra guerra!.
   A las 09.00 se da el pistoletazo. Salida tranquila, se forma un grupo de cabeza en donde voy yo; el ritmo era tranquilo, pero ya entre los kms. 3-4 veo que se eleva. Es un poco rápido para mí  y, sabiendo que queda mucha prueba, decido regular. Suerte tengo de estar acompañado del gran atleta del Club San Pedro Antonio Correa. Sabía que él quería llevar un ritmo parecido al mío y a partir de ahí comenzamos una cruzada juntos hacia la victoria.  Pasaban los kilómetros, el ritmo era bueno y controlado,  a 3.35 más o menos, pendiente de beber siempre un poquito en cada avituallamiento. Pero las cosas no cuadraban porque los kilómetros marcados no correspondían con lo que indicaba el GPS ni con el tiempo, ya que pasamos el km. 5 en torno a 13 minutos, o el medio maratón en 1 h. 10 min.. Mi  compañero y yo nos guiábamos por su GPS y así controlábamos el ritmo. Justo al pasar la mitad de la prueba nos enteramos del error del principio del recorrido: nos comimos un kilómetro. Me vine un poco abajo porque aunque consiguiera una buena marca no sería homologada y parece que no has hecho nada, pero gracias a mi compañero de fatiga eché esa idea de la cabeza, porque él seguía dándole a las piernas, así que seguí corriendo a lo Forrest Gump. Sobre el km. 23 íbamos por el Paseo Marítimo de la Malagueta, camino de los Baños del Carmen y El Palo, para mí lo más aburrido del recorrido. Se hace eterno ese trayecto, sabía que ese momento era complicado a nivel mental, porque ya pasas de los 25 kms. y el cansancio mental empieza a hacer mella. Es entonces cuando empiezo a pensar en positivo y en todo el trabajo que me ha hecho llegar hasta aquí. Las piernas me responden. El año pasado ahí fue cuando el isquio me empezó a dar problemas. Por fin llegamos al final del recorrido y damos la vuelta; una pequeña subida y una bajada, aproximadamente kms. 28-29, y el ritmo sigue en 3.35,  más o menos. De repente mi acompañante me dice que el hombre del mazo lo ha visitado, que se pondrá detrás de mí para ver si se recupera. Sin duda es una mala noticia para mí, ya que me da mucha lástima que esto pase y porque correr acompañado es mucho mejor. Yo no podía aflojar el ritmo y poco a poco fui dejándolo atrás. A partir de ahí sabia que me quedaba lo más complicado y tenía que hacerlo solo. Bueno, solo no, porque mi gran amigo, compañero y gran atleta ANGEL FARFÁN fue mi sombra hasta el final de la prueba. Todavía recuerdo sus ánimos en los momentos en que podía flaquear y cómo me venía arriba. Seguían pasando los kilómetros, llegamos al centro de Málaga (km.35), la parte más bonita del recorrido; la gente te aplaude y es como tomarte un gel de hidratos. Yo no soy consciente del ritmo, la última vez que lo miré fue en el km. 32 y llevaba  1 h. 52 min.,  o algo así, pero sabiendo que nos habíamos saltado un km. al principio, encaro la calle Carretería hacia abajo. Puedo recuperar, pero también los cuádriceps sufren mucho en esa bajada. Paso por debajo del túnel del río y cuando voy subiendo la cuesta de 50 ms., con mucha pendiente,  ¡ZAAAAAASSSSS!,  noto un pinchazo en el isquio izquierdo y en el gemelo derecho. ¡Vaya! no sólo en un sitio,  sino en dos. Aún faltan unos 6 kms. y es inevitable el pensar en lo que puede pasar, pero,  como dicen Román y Kike, " NO HAY QUE PENSAR, HAY QUE CORRER". Pienso que la gloria me está esperando, QUE NUNCA HAY QUE RENDIRSE. Sobre el km. 38 veo a Román y Kike  con el noveno clasificado, al que le ha dado un flato que lo ha dejado muy debilitado; lo cojo, el otro corredor se une a mí, pero se queda atrás. No controlo el tiempo, pero la sensación es de ir a unos 3.40 (como en los entrenamientos). Me hubiera venido genial un acompañante de esa calidad para afrontar los últimos kms. a tope, pero no pudo ser. Sigo con mi inseparable amigo Ángel, cruzamos el km. 41 y vemos el estadio, ¡qué subidón!,  pero a la vez ¡qué cansancio!. Voy noveno y con una buena marca, sin saber todavía la sorpresa que faltaba por llegar. Como a 200 ms. veo al octavo clasificado, incremento un poco el ritmo sintiendo el aliento de Ángel y llega la sorpresa: para subsanar el error del principio la organización ha decidido dar una vuelta por fuera del estadio para completar los 42 km. y 195 ms.  del recorrido. ¡Uffffff,  el ritmo es el mismo, pero qué largo se hace!. A falta de 100 ms. para entrar al estadio atrapo al octavo clasificado, intenta seguirme pero yo aprieto un poquito más, porque no le quiero dar la oportunidad de acoplarse a mí; consigo dejarlo atrás y entrar solo en el estadio, encarando la última recta, en la cual no sé si dejarme llevar y disfrutar de esos metros o apretar y rascar algún segundo a la marca conseguida. Decido acelerar un poco pero con precaución por los calambres. Finalmente entro en 2 h. 32 min.50 seg.,  ¡OBJETIVO CONSEGUIDO!. 
Tremendo cansancio, pero tremenda alegría. Me paso como quince minutos sin poder disfrutar de lo conseguido ya que la tos se apodera de mí. Durante la carrera apenas me dio guerra,  pero al finalizar se apoderó de mi cuerpo y no me deja beber ni agua. Decido meterme dentro del estadio para abrigarme y darme un masaje. Comparto camilla con los grandes atletas que ya estaban allí y charlamos sobre la prueba. ¡Qué honor el poder hablar con ellos!. Un rato después subo al pódium como tercero de categoría VET.  A,  junto con el gran EL MOUAZIZ ganador de la prueba y primer VET.  A. 
   Para terminar quiero volver a daros las gracias a todos, dar la enhorabuena a Manuel Marín por su gran marca. Manuel,  eres un ejemplo de pundonor para todos nosotros y es un placer verte entrenar. Dar la bienvenida a nuestra familia a Curro (¡qué gran comienzo como atleta!) y a José Carlos (cada maratón mejor) y decir que me siento muy orgulloso de pertenecer a este club, con estos grandes corredores y mejores personas; al grupo de las mañanas,  con Kike, Alfonso, Manolo el Presi, Ángel, Rocío, Mario, Alfonso junior, y,  por supuesto,  a  ROMÁN,  gran artífice de mi desarrollo. También   al grupo de la tarde, Antonio, Salva, Blas, Mauri, Herminia, Paola y Silvia. Perdón si me olvido de alguien. De todos vosotros aprendo algo nuevo cada día y me dais lecciones de muchas cosas. Os debo mucho.

¡MIL GRACIAS!





3 comentarios:

  1. Buen reportaje, buena carrera con estreno y mucho dolor al final,pero del que gusta. Curro Burgos.
    Gracias a mi hermano por su apoyo.

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  2. Enhorabuena Luis! eres un gran ejemplo para los que estamos empezando en esto.

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